Relato basado en la importancia de que el dinero fluya en nuestro entorno local, pues al final el dinero que gastas en tu ciudad vuelve a ti.
Cuenta la historia de un alemán, que acude a un hotel a reservar una habitación. Éste deja una señal de 100€ al recepcionista y sube a ver la habitación. Mientras, el recepcionista recuerda el pago que tenía pendiente con el de las reformas, por lo que decide acercarse a saldar su deuda. Éste, a su vez, recuerda que todavía debe pagar a la gestoría así que se va allí con el billete.
La chica de la gestoría, aprovecha para ir a su tienda y devolver un vestido que no se queda y paga el que se queda. La dependienta, debía una lámpara en la tienda de muebles así que no duda en ir a pagar. El de los muebles, aporta los 100€ al descubierto que tiene con el banco y el banquero aprovecha los 100€ para pagar a la guía turística que dió el servicio a su familia el fin de semana. La guía turística debía dos noches en el hotel inicial por lo que con los 100€ salda su deuda.
En ese mismo momento, el turista alemán baja las escaleras porque finalmente no puede alojarse y se tiene que ir. Pide que le sea devuelto su billete y el recepcionista (con gran sensación de alivio) le entrega exactamente el mismo billete del principio. El alemán marcha con su billete y todos los protagonistas de la historia quedan contentos porque han cobrado y pagado respectivamente gracias a la rotación del dinero que se ha generado en su entorno local.
SI NO ROMPES EL CÍRCULO, GANAMOS TODOS.
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